Sexo
      Turbios pensamientos azotan mi mente en una tempestad de perversión inicua 
la maldad devoradora mi mente se pierde en la voracidad de mis profanas ideas
En la perversión viciosa de mi torcida memoria llena de obscenas imágenes nada salva a mi debatida alma de las tentaciones malditas de los placeres prohibidos
Mi cuerpo cede a la destrucción placentera de profana lujuria
Como en un embravecido mar me ahogo en sensaciones de falso amor y efímero placer
Al final quedaran dos cuerpos con aparente vida, solo dos cuerpos desnudos, antes llenos de inmundo placer y ahora abatidos por la culpa, dos cuerpos que se atrajeron y ahora que se repudian. Al final solo quedan repugnantes cenizas de lo que ellos creían amor, tan vivos como un muerto en una ataud y tan felices como un animar enjaulado, pero ahora estan mas solo que cuando se toparon
    la maldad devoradora mi mente se pierde en la voracidad de mis profanas ideas
En la perversión viciosa de mi torcida memoria llena de obscenas imágenes nada salva a mi debatida alma de las tentaciones malditas de los placeres prohibidos
Mi cuerpo cede a la destrucción placentera de profana lujuria
Como en un embravecido mar me ahogo en sensaciones de falso amor y efímero placer
Al final quedaran dos cuerpos con aparente vida, solo dos cuerpos desnudos, antes llenos de inmundo placer y ahora abatidos por la culpa, dos cuerpos que se atrajeron y ahora que se repudian. Al final solo quedan repugnantes cenizas de lo que ellos creían amor, tan vivos como un muerto en una ataud y tan felices como un animar enjaulado, pero ahora estan mas solo que cuando se toparon

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